
El deporte, desde que se consideró como tal, es visto como un sinónimo de salud, eso no puede negarse.
Ya que como bien sabemos la constante práctica de cualquier actividad deportiva fortalece todos los músculos del cuerpo, refuerza la mente y crea vínculos con la sociedad desarrollando inteligencia interpersonal.
Llega un momento en el que, si se practica un deporte durante un largo periodo de tiempo y se desarrollan habilidades sobresalientes, se pasa a ser un profesional y las personas que entran a este punto, pueden correr un serio riesgo en sus vidas, están a punto de dar un gran paso y ni siquiera lo saben.
Durante el transcurso de la vida profesional de un deportista, se da cuenta de que cada vez la competencia es más difícil y los retos son más grandes, debes vencer tus límites una y otra vez para lograr sobresalir en cada prueba.
¿Porque el deporte encubre las adicciones?
Para romper los récords que ya existen, cumplir metas y exigencias del deporte y un entrenamiento exhaustivo para superar su nivel diariamente o bien relajarse del estrés y ansiedad que se originan por el nivel de complejidad en el entrenamiento y la presión antes de una competencia.
Para poder superar estos límites, muchos deportistas son seducidos por la facilidad del uso de sustancias dopantes que incrementan sus niveles de rendimiento por períodos cortos de tiempo.
Pero se convierten en adictivos suplementos que comienzan a deteriorar el funcionamiento del cuerpo, lo que se termina traduciendo en diversas enfermedades y padecimientos adversos por el consumo de dopantes.
Muchas veces no es ni siquiera su elección, ya que a veces son parte de un equipo y deben de colaborar como tal, por lo que los entrenadores los fuerzan para lograr las metas propuestas.
La gente se ve forzada a romper marcas que resultan muchas veces muy difíciles de conseguir sin ayuda de sustancias externas, aunque si existe un entrenamiento constante y una buena alimentación, no es necesario recurrir a ninguna de estas sustancias para lograr convertirte en un súper humano, puedes lograrlo por ti mismo si te lo propones y perseveras.
Estas sustancias cobran caro al organismo por utilizarlas, teniendo repercusiones serias después de su uso constante.
El deporte actual no se fija en los límites del cuerpo humano, sino que ha forzado al deportista a subir rápidamente de nivel por la gran competitividad, lo que generalmente se traduce en un consumo de sustancias externas para lograr llegar a ese nivel antes que los demás.
Provocando consigo el consumo constante de estimulantes que potencian el trabajo de crecimiento y recuperación de los músculos mejorando considerablemente el rendimiento deportivo.
Los efectos que suelen tener este tipo de sustancias no solo aceleran el esfuerzo normal realizado por el organismo, sino que pueden causar complicaciones que queden presentes por el resto de sus vidas, deteriorando órganos vitales.
Tienen que actuar exageradamente para poder canalizar estas sustancias y aprovecharlas para el cuerpo, dejando secuelas irreparables que desencadenan una gran variedad de padecimientos peligrosos que pueden terminar hasta con la vida del deportista.
Otro de los riesgos que están siempre presentes, es que pueden perder la oportunidad para seguir compitiendo por dar positivo en un examen sorpresa de dopping y quedarse sin su actividad principal, provocando muchas veces otro tipo de padecimientos como la depresión y ansiedad.
Debemos preguntarnos si es necesario romper los límites que nuestro propio cuerpo nos ha impuesto, a base de sustancias externas que incrementan las capacidades físicas, poniéndolo en riesgo al exagerar los esfuerzos y acelerar el crecimiento.
Es recomendable tratar de romper los límites propios en base a esfuerzo y dedicación, con mucho entrenamiento y buena alimentación, no hay otra clave para el éxito deportivo saludable.
La falta de límites como causa de adicciones.
Al igual que sucede con el deporte, podemos encontrar este mismo comportamiento que hemos mencionado en la vida diaria de muchas personas que se tienen que esforzar para rendir en su trabajo y continuar con su familia o con el ocio.
Lo hemos visto en ejecutivos que utilizan diferentes sustancias estimulantes, o jóvenes que necesitan recurrir a sustancias para soportar largas jornadas de diversión.
En cualquier caso, desde centros como el nuestro, ofrecemos un completo servicio de desintoxicación, que libere a estas personas de su dependencia de diferentes drogas y las devuelva a una vida más racional, más natural y con los límites que no se pueden estar forzando constantemente.