En Centro Árbor ofrecemos un tratamiento completo para la desintoxicación de consumidores de cocaína, que se realiza en régimen residencial. El uso y abuso prolongado de la cocaína no solo pone en peligro su salud física. También afecta su salud mental y emocional, incluso puede dañar sus relaciones personales, sus finanzas y por su puesto su rendimiento laboral. Sin embargo, conocer las señales, síntomas y efectos secundarios de la cocaína es de gran ayuda. En otras palabras, ser consciente del uso indebido y la adicción a la cocaína, pueden ayudarle, o ayudar a su familia, a comprender que se encuentra en riesgo y que es momento de buscar ayuda profesional. En su forma pura, la cocaína es un polvo blanco escamoso, que se deriva de la planta de coca, originaria de América del Sur. A partir de la década de 1880, la comunidad médica en Estados Unidos, comenzó a utilizar la cocaína como anestésico local. Sin embargo, eventualmente la droga se utilizó como tratamiento para la depresión. En 1960, las personas ya consumían esta droga de forma ilícita como un estimulante, bajo el pretexto de “sentirse bien”. En ese entonces las personas no eran conscientes de los riesgos notablemente dañinos de la cocaína, a corto y largo plazo. La adición y los ataques cardíacos letales, convulsiones y derrames cerebrales, pasaron a ser algo común entre los consumidores de cocaína. Como resultado, en 1970 la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, clasificó a la cocaína como una droga peligrosa para la salud. Como tal, en la actualidad su posesión es un delito grave. Al ser un inhibidor de la dopamina, la cocaína ayuda a liberar sustancias químicas que se sienten bien en el cerebro. Pero a medida que pasa el tiempo, los receptores en el cerebro se vuelven insensibles a los efectos de la dopamina que causa la cocaína. Es decir, el uso repetido de la cocaína puede ocasionar cambios a largo plazo en el circuito de recompensa del cerebro, así como en otros sistemas cerebrales. Como resultado, la persona se vuelve adicta a la cocina. Además, el circuito de recompensa en el cerebro, termina por adaptarse a la dopamina adicional, provocada por la droga. En consecuencia, el cerebro se vuelve cada vez menos sensible a la droga. Lo anterior obliga a que las personas consuman dosis más fuertes y con más frecuencia. Lo hacen porque necesitan experimentar la misma intensidad que inicialmente les provocaba la cocaína, así como para obtener alivio de la abstinencia. Las pipas, agujas, bolsas pequeñas de plástico, cucharas y cuchillas de afeitar, pueden ser señales del uso de la cocaína. Igualmente, los residuos blancos en superficies planas como espejos, revistas o libros, también son indicios reveladores de una adicción. Un tratamiento para la adicción a la cocaína comienza con la eliminación de todos los efectos tóxicos de la droga en el cuerpo. A esto se le conoce como desintoxicación. Sin embargo, para que este tratamiento sea efectivo se recomienda la desintoxicación médica supervisada. De esta manera se pueden manejar con éxito los síntomas de la abstinencia a la cocaína. Además, parte fundamental del tratamiento es la terapia grupal. Gracias a esta terapia en grupo, los pacientes aprenden a cambiar hábitos y actitudes que se relacionan con el consumo. No solo eso, también se les enseñan técnicas de prevención de recaídas y manejo de habilidades. Se debe tener en cuenta que la abstinencia a la cocaína puede durar unos pocos días o incluso meses. Por ello es muy importante el apoyo en grupo, ya que a medida en que el cuerpo intenta reequilibrar, el riesgo de volver a recaer aumenta. Tratamiento de adicción a la Cocaína
CÓMO DESINTOXICARSE
Lo que necesitas saber sobre los peligros y efectos de la cocaína
¿Qué es la cocaína? ¿Cuáles son sus antecedentes?
¿Por qué es adictiva la cocaína?
Señales de la adicción a la cocaína
En una persona, las señales físicas que indican adicción a la cocaína incluyen:
Residuo de polvo blanco alrededor de la nariz.
Ojos rojos y llorosos.
Pupilas dilatas sensibles a la luz.
Marcas de agujas en los brazos, manos, pies o piernas.
Llagas en la nariz.
Hemorragias nasales crónicas.
Respiración rápida y agitada.
Dolor de garganta recurrente.
Disminución del apetito.
Resfriado frecuente o goteo nasal.
¿Cuál es el tratamiento más efectivo para la adicción a la cocaína?
