Las drogas están presentes en la sociedad desde tiempo inmemorial, en ocasiones integradas sin causar aparentemente problemas, y en otras causando estragos entre quienes las han consumido.
Podemos encontrar drogas en actos cotidianos como sucedía cuando se le daba a los bebés pequeñas cantidades de opio para que no llorasen y también las podemos encontrar en fiestas en las que se consumen para resistir el mayor número de horas y para tener el ánimo apropiado para disfrutar.
En ocasiones se puede pensar que se tiene el control sobre su consumo, y puede ser así en las drogas que resultan menos adictivas, pero cuando las drogas tienen componentes que causan una fuerte adicción, y esto se une a situaciones emocionales en las que se busca ese refugio químico, perder el control es lo más fácil y terminar «enganchado» a las drogas es lo que han vivido millones de personas, en bastantes ocasiones con desenlaces nefastos, y en otras reconociendo que a pesar de que esas sustancias están arruinando sus vidas no tienen manera de liberarse de su consumo.
En las drogas más adictivas no solo se nos presenta el problema de la propia sustancia que crea dependencia sino que a esto se le puede unir que esas drogas estén bien aceptadas en el entorno de quien ha creado una dependencia.
Así sucede con el alcohol en ambientes juveniles en los que beber es casi una condición necesaria cuando se sale de fiesta.
Aunque en el caso del tabaco ha aparecido cierto rechazo social, sobre todo porque se ha legislado en contra de su uso en zonas públicas, todavía sigue conservando una cierta imagen de droga tolerada a la que se puede acercar cualquier persona sin demasiado temor cuando se consume con prudencia. Sin embargo, sabiendo que fumar es perjudicial para la salud resulta un poco absurdo establecer límites en los que se separa el daño para nuestro cuerpo y un supuesto daño menor o soportable.
El cannabis o marihuana también tiene gran predicamento entre sus usuarios, y parece que está ahora en una fase de «blanqueamiento» debido a ciertos usos médicos. Sin embargo no podemos olvidar que en ocasiones el ambiente de su consumo puede ser la puerta de entrada a otras drogas.
La cocaina o la heroina llevan años con altibajos pero con un consumo constante. Las sobredosis, el deterioro de la salud, los daños causados por la propia marginalidad en la que introducen a quienes las consumen, la dependencia que causa constantes problemas tanto emocionales como sociales como económicos… son rasgos que identifican a estas sustancias y las adicciones en las que atrapan a quienes se acercan a ellas.
Veamos con algo más de detalle cada una de estas drogas.
Cannabis
Quizá una de las drogas que ha generado un debate mucho más fuerte y binario entre la sociedad ¿Probarla o no probarla? ¿Usarla para fines médicos o no usarla en absoluto? ¿Prohibir o legalizar?
Sin lugar a dudas uno de los aspectos que más preocupa a muchos miembros de la sociedad es su facilidad de adquisición y de esparcimiento, logra llegar a casi cualquier estrato poblacional sin límite de edad, religión, fuente de ingreso, nivel socioeconómico, poder político, etc.
Esta misma facilidad de obtención hace que sea la entrada perfecta para comenzar a usar o consumir otro tipo de drogas que a menor exposición se convierten en un foco de adicción.
Si bien al cannabis no se le puede considerar como una droga notable por sus efectos en adicción, su uso a largo plazo puede generar una dependencia segura.
Alcohol
A pesar de no ser catalogada como una droga debido a la aceptación social que recibe, esta es una de las sustancias más nocivas y que mayores grados de adicción genera al poderse adquirir casi en cualquier tienda de autoservicio a un precio variado y accesible.
Es sin duda alguna la más popular en esta lista debido a su aceptación y poco prejuicio, su facilidad para acceder a cada hogar en todo el mundo con cierta impunidad y sin restricciones más que la mayoría de edad para adquirirla.
Los daños a largo plazo para la salud debidos al alcoholismo pueden ser terribles, pues detrás de su consumo se encuentran, por ejemplo, multitud de cirrosis, aunque tampoco podemos olvidar que uno de los mayores males de esta droga es la manera cómo se deteriora el comportamiento de quienes la necesitan a diario y llegan al extremo de alcoholizarse para poder sentirse bien.
Nicotina
Con un gran éxito empresarial detrás de esta sustancia, es conocida por ser popular y famosa, por hacer lucir bien a los actores y personajes en las series de televisión, películas, cortometrajes, etc.
Esta se ha convertido en un reflejo de independencia, serenidad, fortaleza y gran atractivo.
Su consumo ha disminuido, aunque el tabaquismo sigue siendo un problema de primer orden.
Los daños para la salud se han evidenciado en las últimas décadas en multitud de fumadores. El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más asociadas con el tabaquismo, aunque sus efectos se extiende a cualquier otro padecimiento bronquial que se ve afectado negativamente por las numerosas y perjudiciales sustancias que contienen el humo del tabaco.
Cocaína
Otra droga tan popular en los medios de entretenimiento como dañina para los consumidores, se consolida como la mejor para movilizar el dinero a través de países y es considerada como la mejor inversión del crimen organizado para poder realizar sus actividades ilícitas.
A pesar de ser ilegal no cuenta con un control eficiente en distintas partes del mundo, esta droga se ha popularizado y ha logrado escalar a los estratos menos humildes y más adinerados de la sociedad, convirtiéndose así en una sustancia que se mueve de manera silenciosa entre las grandes esferas de poder.
Genera una gran sensación de euforia y placer, esto ayuda a muchos de sus usuarios a realizar ciertas actividades a costa de su salud física y mental, además de estar promoviendo el crimen organizado en distintos niveles en todo el mundo.
Los daños que causa la cocaína tocan áreas tan diferentes como la propia salud de quienes la consumen, la relaciones sociales, y también el enorme daño que causa su tráfico ilegal.
Heroína
Esta es más bien conocida como una droga para aquellos usuarios pertenecientes al estrato más humilde de la sociedad, aquellos que yacen marginados o con un ingreso muy bajo económicamente hablando.
Esta droga se sintetizó por primera vez a finales del siglo XIX y se llegó a consumir de manera legal en las primeras décadas del siguiente siglo.
La heroína es conocida por su síndrome de abstinencia, al que se le ha dado el nombre común de «mono», siendo uno de los que se manifiesta con mayor intensidad.
En Centro Arbor estamos habituados al tratamiento de pacientes que han consumido todas estas drogas. Si está interesado en superar la dependencia, con la atención de profesionales que pondrá a su alcance las más eficaces terapias, por favor, contacte ahora con nosotros y le informaremos de nuestros servicios.
