ADICCIÓN A LA COCAÍNA – EFECTOS A LARGO PLAZO
ADICCIÓN A LA COCAÍNA – EFECTOS A LARGO PLAZO
Ya que la cocaína es una droga extremadamente adictiva, es muy difícil que una persona que la pruebe pueda predecir o controlar hasta dónde continuará deseándola o consumiéndola. Asimismo, si la persona se vuelve adicta, el riesgo de recaídas es alto aún después de periodos largos de abstinencia. De acuerdo con algunos estudios recientes, durante periodos de abstinencia del uso de cocaína, el recuerdo de la euforia asociado con su uso, o solamente una referencia a la droga, puede disparar un deseo incontrolable de consumirla y terminar en una recaída.
La cocaína es una droga que causa una extrema adicción, por lo que es muy difícil que una persona que la prueba sea capaz de decidir hasta dónde continuará consumiéndola. Otro dato a tener en cuenta es que la persona que se vuelve adicta tenga un mayor índice de recaída después de un periodo de abstinencia.
De hecho según unos estudios, durante el periodo de abstinencia del adicto a la cocaína, el recuerdo de los momentos de euforia de cuando la consumía puede disparar el deseo de volver a consumirla y que eso lleve a una recaída. Es por ello la gran necesidad de centros para luchar contra la adicción como ÁRBOR o ÍTER, especialistas en tratar y terminar con cualquier adicción (aparte de cocaína, también tratamos adicciones como alcohol, cannabis o marihuana (o «porros» en general), la adicción al alcohol y un largo etcétera.
En la imagen de arriba se puede observar una gran disminución en los receptores de la dopamina en el cerebro de una persona con adicción a la cocaína, en comparación con una persona que no es adicta ni consume drogas. La dopamina es muy importante en la motivación de cualquier persona, y es por ello que alteraciones como ésta sean en parte las responsables de la sensibilidad en las gratificaciones, cosa que ocurre con la adicción a la cocaína.
El cerebro, al ser expuesto de forma repetida a la cocaína, empieza a adaptarse a la misma y la vía de gratificación se vuelve menos sensible a la refuerzos naturales (y también a la droga en sí misma). El consumidor desarrolla una gran tolerancia, lo que significa que el adicto necesitará una dosis de cocaína (o de la droga que consuma) cada vez mayor, al igual que aumentará la frecuencia para consumirla para obtener el mismo «placer» que cuando empezó. Los consumidores también se vuelven más sensibles a la ansiedad y a otros efectos que produce el consumo de cocaína.
La cocaína se consume generalmente de forma repetida y en dosis cada vez mayores, lo que produce un estado de paranoia, irritabilidad e incluso causar episodios de psicosis paranoica. Esto puede llevar a tener episodios de psicosis paranoica en los que se pierden los sentidos de la realidad y se sufren alucinaciones auditivas y de otros tipos. Al aumentar la dosis y la frecuencia de consumo de la cocaína, también se aumenta el riesgo de sufrir efectos psicológicos y fisiológicos adversos.
Por último, las reacciones adversas que puede causar el consumo de cocaína varía bastante de la manera en la que se administre:
Cocaína consumida por inhalación:
- Pérdida del sentido del olfato.
- Hemorragias nasales.
- Problemas al tragar.
- Voz ronca.
- Irritación crónica de la nariz, lo que provoca secreción.
Cocaína ingerida:
- Puede causar gangrena en los intestinos por la reducción del flujo sanguíneo.
Cocaína inyectada:
- Reacciones alérgicas (tanto a la cocaína como a los aditivos con los que se mezclan). Estas reacciones pueden provocar la muerte.
El consumo de los que sufren de adicción a la cocaína suele llevar a una pérdida casi total del apetito, lo que hace que muchos de estos consumidores o adictos tengan una pérdida muy significativa de peso llegando a la malnutrición.
Si eres adicto a la cocaína (o conoces a alguien que lo es ya sea conocido, pareja, familiar, etc.) y quieres ayudarte o ayudarle, ponte en contacto con nosotros en el teléfono 91 254 67 31. También tratamos todo tipo de adicciones tales como marihuana, cristal o MDMA, adicción al alcohol, a los fármacos, ludopatía y apuestas deportivas, adicción al sexo, a la nuevas tecnologías… y cualquier adicción que puedas imaginar. Conseguimos los mejores resultados para que el adicto vuelva a recuperar su vida.
Aparte de en el teléfono 91 254 67 31, puedes ponerte en contacto con nosotros llamándonos o mandándonos un WhatsApp al móvil 625 130 304, o mandando un mail a info@centroarbor.es. Te podemos asegurar que tu llamada (WhatsApp o correo) será tratada de manera confidencial.